Sin duda, una de las mayores alegrías para un abuelo son sus nietos. No obstante, un estudio realizado por la U. de Greenwich (Inglaterra), asegura que al jubilar, el tiempo compartido con los amigos da más placer que el que se dedica a los niños de la familia.

"Los nietos son una fuente de orgullo, pero su presencia tiene beneficios e inconvenientes", dice el psicólogo Oliver Robinson, autor de la investigación.

"Tener nietos da un sentido de pertenencia y proyección, pero su presencia frecuente, que implica atención y cuidado, puede interferir con el sentido de libertad y autonomía que es parte fundamental de un envejecimiento positivo", explica.

Por eso, una vida social activa, tener una pareja que también está jubilada y juntarse con amigos o conocer personas en la misma situación, hacen una gran diferencia en la alegría de vivir de los adultos mayores.

"Como en todas las etapas de la vida, la gente siente que sus pares y coetáneos entienden lo que ellos están viviendo y dan el apoyo social que viene con la amistad", afirma Robinson.

El estudio -que se presentó en la conferencia anual de la Sociedad Psicológica Británica- se basa en encuestas y escalas de satisfacción con la vida que respondieron 279 adultos mayores reclutados a través de un sitio web para jubilados.

El estudio no encontró diferencias en el grado de satisfacción con la vida que tenían los jubilados con hijos y nietos en comparación con aquellos que no tenían descendencia.

Sin embargo, los jubilados con mayor grado de satisfacción estaban muy de acuerdo con la frase "participo activamente en grupos sociales y disfruto pasando el tiempo con otros".

Por el contrario, quienes estaban menos satisfechos con su vida estaban muy de acuerdo con la afirmación "echo de menos la socialización de la vida laboral".

EL SECRETO

30% más felices eran los encuestados que tenían hobbies, pertenecían a clubes y se juntaban con amigos.