Una salida de película tuvo Rubén Israel del estadio Santa Laura. Custodiado por dos guardias, les hizo una finta a los periodistas, pero no así a los hinchas, quienes -tras el duelo ante San Luis- le gritaron de todo: "ratón", "mentiroso", "farsante" y no pocos garabatos.

Israel, quien caminaba apuradito por un pasillo oscuro, maniobró con calma y se mordió la lengua. Poco después se detuvo para agradecer el cariño que le demostraron cinco fanáticos: "Este triunfo es para ustedes, muchachos, que son hinchas de verdad", les dijo, al mismo tiempo que les regaló un gorro.

Lo está pasando mal Israel. Los hinchas no lo quieren nada de nada, e incluso se dan tiempo para llevar cartelitos al estadio: "Pipa" decía uno, "Ratón" se leía en el otro. El primero, pidiendo a Raúl Estévez entre los estelares (el argentino regresaría este fin de semana a las canchas); el segundo, porque lo encuentran demasiado defensivo.

Ayer, por ejemplo, criticaron el cambio de Mario Aravena por Leonardo Monje (delantero por delantero), y que su escuadra terminara pidiendo la hora ante un rival que tenía nueve jugadores.

"Es feo lo que le están haciendo al 'profe', porque se supone que todos los hinchas nos deberían apoyar", expresó la "Pulga", autor de un gol.

"No comparto lo que dicen, es injusto, pero tenemos que acostumbrarnos a que todo un estadio nos grite en contra", fue la reflexión del meta Luis Marín, sentimiento compartido por el volante Braulio Leal: "Es lamentable lo de la gente, porque se supone que todos remamos para el mismo lado".

La voz del capitán, Sebastián Miranda, no podía fallar: "Me quedo con el apoyo de la Furia Roja. Lo que dice el resto me tiene sorprendido y dolido".

La directiva ofrece calma: "No estamos preocupados por la campaña, porque así como perdimos puntos también le ganamos a Colo Colo y a la UC", dijo Jorge Segovia, el presidente de los rojos.

AL FIN

Unión cortó una racha de cinco partidos sin ganar.