Segunda lengua más hablada del orbe, después del chino, con 495 millones de personas, ya supera al inglés, y en Estados Unidos se proyecta con mucha fuerza en las próximas décadas. Pero su riqueza expresiva se concentra con mayor énfasis en América Latina, vertiente inagotable de nuevas palabras y usos para el hablante.
Ya se anuncia la edición 2014 del Diccionario de la Real Academia Española, el tradicional compendio de las voces de nuestro idioma. Escogimos una docena de términos, que reflejan las múltiples fuentes que han enriquecido el español desde sus orígenes latinos: los nexos con otras lenguas, la profunda huella de América, los chilenismos, los términos que reflejan cambios sociales y los vocablos cibernéticos propios del siglo XXI.
Con más de 495 millones de hablantes, el idioma de Cervantes es hoy la segunda lengua en el mundo, detrás del chino. Un presente y futuro pujante que tiene a los norteamericanos a la cabeza -podrían llegar a ser el principal país de habla hispana- y, paradójicamente, a la ex colonia española luchando por no perderlo: pasó de colonia española a ser el único país del mundo donde el castellano, como lengua nativa, está en declive.
Desde su nacimiento en el siglo IX, pasando por la primera codificación realizada por Antonio de Nebrija, publicada en el año crucial de 1492, hasta la fundación de la Real Academia Española y la edición del primer diccionario, el español se proyecta al futuro desde su caudaloso pasado.