El mismo día en que se desarrolló la junta del Banco de Chile, la entidad informó que, tras seis años, Arturo Tagle dejaría su cargo como gerente general. No obstante, se destacó que seguirá ligado al banco como asesor del directorio.

Distintos actores del mercado se mostraron sorprendidos con este anuncio, que se trató con la más estricta reserva tras su programación a comienzos de este año. Conocedores de este proceso explican que Tagle -que lleva más de 21 años en el banco- y su sucesor, Eduardo Ebensperger, han estado coordinando el traspaso del mando, proceso que cerrarán en las próximas semanas.

Quienes han trabajado con Tagle destacan no solo su calidad profesional -bajo su liderazgo, el banco encabezó la generación de utilidades y la rentabilidad-, sino también su calidad humana y compromiso con el banco. Su historia familiar está ligada a la institución: su abuelo fue gerente general y su padre, vicepresidente.

Para Tagle, 2015 fue "otro año exitoso". En su columna de opinión en la página web del banco destacó el primer lugar en resultados -concentran el 25% de las ganancias de la industria- y el ROAE de 21%, por encima de sus competidores.

"En primer lugar, hemos enriquecido las ofertas de valor y la proximidad con el cliente (...) que junto a modelos de servicios optimizados nos han permitido mejorar significativamente la calidad del servicio, alcanzando la máxima recomendación neta de nuestra historia en 2015. Además, aprovechamos oportunidades de mercado (que) preservaron nuestra ecuación riesgo-retorno. Estos logros -y los alcanzados en los últimos años- han contribuido a diversificar nuestra cartera de préstamos en nuestro objetivo de liderar el mercado financiero, lo que se ha visto reflejado en ganancias de participación de mercado en todos los productos crediticios durante 2015", afirma Tagle.