El rol del Banco Central será "de complemento y no de sustituto" en el ámbito del gobierno corporativo unipersonal que el Ejecutivo ha definido para la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) en el marco de la nueva Ley General de Bancos (LGB).

La legislación vigente contempla mecanismos de consulta entre la SBIF y el Banco Central, donde una serie de decisiones que toma la Superintendencia tienen informes favorables previos del instituto emisor, y viceversa.

Como lo ha planteado Hacienda, eso se mantendrá en la nueva Ley General de Bancos, afirmó el presidente del ente rector, Rodrigo Vergara. Además, se mantiene y se amplía un poco el carácter de contrapeso del Central.

En las materias que dicen relación con la solvencia y las labores del Banco Central, eso se mantendría respecto de los medios de pago y prestamista de última instancia. Y los ponderadores para calcular los activos según el riesgo que hoy están en la ley, estarían en la norma y tendrían que ser con consulta favorable del Banco Central.

"Entendemos que el buffer (colchón) anticíclico sería materia también del Banco Central, y los modelos internos que van a existir en la nueva legislación también serían con consulta al Banco Central. La SBIF sigue con su función que le es propia, como el tema de provisiones, sanciones, etc.", comentó Vergara.

Fondos de la banca

Respecto a los niveles de capitalización de la banca que aborda el último Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central, el gerente de la División de Política Financiera del instituto emisor, Claudio Raddatz, señaló que si bien la nueva Ley de Bancos tendrá un plazo de seis años para implementar la normativa de Basilea III, no es necesario que se vayan cumpliendo los plazos para tomar medidas de capitalización que permitan una mayor solvencia de la banca.

"Aquellos bancos que puedan hacerlo, debieran tomar las medidas necesarias para hacer estos cambios", indicó Raddatz.