Como manifiesto de confianza, son muchos los niños que comparten sus contraseñas con amigos o que entregan datos personales no solo en redes sociales, sino que también en videojuegos. El diálogo con los mayores es clave para cuidar su identidad digital.
Un sistema que se está probando en más de 20 establecimientos, permite que profesores y niños creen espacios que favorecen la exploración e interacción.